Yo te sugiero que vayamos de shopping por el mundo... por allí por las estanterías ocultas, comprando ofertas de tiempo y sabores exóticos, que desordenemos la tienda y rebusquemos productos; yo te propongo que degustemos sazones y aun, que violentemos los empaques de polvos mágicos: labios-hierbabuena, ácidas-palabras, edulcorantes-sonrisas, miradas-canela... Que prefiramos los errores sin preservantes artificiales... que probemos de todo y todo.. hasta las sensaciones que nunca están en venta: el poder de agitación del viento, la volátil visión de las nubes, el útil desprendimiento del polen y su frágil y fértil solvencia... que busquemos con demencia los ingredientes adictivos; comparemos precios, efimeras caducidades y que salgamos de la tienda del mundo llevándo de todo.. sin gastar un solo centavo.
Te propongo divertirnos en la cocina compartiendo los aditivos robados, recetas de sueños exquisitos y después fugarnos juntos de picnic a algún lugar, cualquiera.